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Seydou Keïta

Nació en 1921 en Bamako (Mali), pasó casi toda su vida en la ciudad donde aprendió los secretos del arte fotográfico. En 1935, mientras estudiaba carpintería con su padre, su tío le regaló una Kodak Brownie Flash de un viaje a Senegal, con un carrete de ocho fotos. A partir de ese momento empezó a experimentar con la fotografía, retratando inicialmente a su familia y más tarde a sus vecinos y conocidos.

Aprendió por cuenta propia y con tal pasión que en 1948 montó su primer estudio fotográfico especializado en retrato y su trabajo empezó a ganar reputación en África del Oeste. Sus clientes posaban frecuentemente con trajes de estilo europeo —algunos los tenía él mismo en el estudio para las sesiones— y las mujeres mostraban posaban con coloridas telas estampadas, con radios,  subidas en motos y otros objetos que provenían de Europa. Se centró en el blanco y negro y era bastante detallista en la estética final de la fotografía, por lo que no tardó en ganarse la fama entre la gente y conseguir que su estudio se llenara. Muchas de sus clientes eran migrantes de las zonas rurales que trabajaban en la ciudad y que mandaban las fotografías a sus familias en sus lugares de origen. Otros pertenecían a la burguesía o clase media que querían ascender en la escala social.

Keïta, se encargó así de captar el proceso de independencia que estaba viviendo Mali en la década de los sesenta y de retratar el estilo de la población de aquel entonces, e incluso llegó a ser el fotógrafo oficial del primer gobierno socialista post-colonial liderado por Modibo Keyta.

Keïta se retiró a finales de los años setenta y de su larga experiencia quedó nada más y nada menos que un tesoro de diez mil negativos. Su trabajo fue descubierto y difundido en Occidente en los años noventa lo que le ha ido posicionando como un gran maestro de la fotografía. Fue a partir de entonces cuando realizó una serie de exposiciones en varias galerías de arte contemporáneo del mundo (Japón, EEUU, Alemania, Reino Unido, Italia) hasta su muerte en 2001. Este descubrimiento fue muy polémico,ya que al parecer las impresiones de los negativos del fotógrafos se empezaron a imprimir y a exponer sin el consentimiento explícito del fotógrafo.

A través de su trabajo ha sido uno de los pioneros en plasmar ese Mali moderno que asomaba a mediados el siglo XX y en el que consiguió hacerse un hueco con los escasos recursos que disponía. Keïta, nos abrió una ventana indiscreta donde asomarnos a ver la sociedad maliense de la época.

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