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Mozambique

El país enfrentó una desaceleración económica en 2019, debido principalmente al impacto negativo de los ciclones Idai y Kenneth, con un crecimiento del PIB estimado del 1.9%. La actividad económica se desaceleró en el período 2016-2018, resultado en gran medida de una disminución en la inversión pública y extranjera directa. Para 2020 se espera un crecimiento del PIB estimado en un 5.8%, y un 4.0% para 2021. La inflación cayó para 2019 situándose en un 3.4% tras un período de alta inflación en los años anteriores. Esta bajada se ha visto respaldada principalmente por las limitadas fluctuaciones monetarias, los precios estables de los alimentos y el ajuste monetario. El déficit fiscal estimado para 2019 se mantuvo alto, en un 6.4%, y para 2020 se espera que sea del 4.5%. El déficit por cuenta corriente se amplió al 54.2% para 2019 frente al 29.5% del 2018, debido principalmente a las mayores importaciones ante las necesidades de proyectos de inversión en bienes y servicios de capital. Para 2020-2021 se espera un promedio del 65%.

Tras los descubrimientos de gas en alta mar, el país tiene la oportunidad de diversificar la economía al tiempo que mejora su resiliencia y competitividad. El sector del gas podría convertir la agricultura de subsistencia en agronegocios, apoyar la electrificación de Mozambique a través de diferentes soluciones energéticas y fomentar otras industrias como los fertilizantes, los combustibles y la metalmecánica. También podría mejorar la estabilidad macroeconómica, con mayores ingresos que contribuyan a los excedentes fiscales y un fondo soberano de riqueza que amortigüe los shocks externos. Sin embargo, los proyectos de exploración de gas pueden crear vulnerabilidad en la cuenta corriente, ya que aumenta en gran medida el volumen de las importaciones para operar los nuevos campos. Las necesidades de infraestructura para proyectos relacionados con los recursos naturales también podrían desencadenar un ciclo de inversiones privadas y de colaboración público-privadas. Algunas empresas estatales, en particular las de infraestructura, son muy adecuadas para asociarse con inversores locales e internacionales en la realización de tales proyectos.

Con datos de 2017, el origen de las importaciones tuvo como principales destinos Sudáfrica, Emiratos Árabes, China y Países Bajos, y los principales productos importados fueron los productos minerales, los metales comunes y los productos de industria alimentaria, bebidas y tabaco, entre otros. India, Sudáfrica y Países Bajos encabezan la lista de países destino de las exportaciones del país, cuyos productos exportados son principalmente los productos minerales nuevamente, seguido de máquinas y aparatos y material eléctrico.

Los ciclones en 2019 causaron perturbaciones en el suministro y destruyeron infraestructura, además de las pérdidas de cientos de vidas. La economía sigue siendo altamente susceptible a los choques relacionados con el clima debido a su geografía y su alta dependencia de la agricultura de subsistencia de secano. Por otro lado, los bajos niveles de habilidades obstaculizan el empleo y la productividad, mientras que la población de rápido crecimiento eleva las tasas de desempleo, especialmente para los jóvenes. Esta brecha reduce la capacidad de las empresas locales para disfrutar de los beneficios de la tecnología y las conexiones con las cadenas de valor mundiales. Otro de los desafíos que enfrenta el país es la baja electrificación, que limita aún más el crecimiento económico.

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Fuentes: African Economic Outlook y Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.