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Nigeria

El crecimiento del PIB se estimó en un 2.3% para 2019, experimentando una subida respecto del año anterior gracias al transporte, un sector petrolero mejorado y las TIC, además de un mayor consumo privado. Sin embargo, la agricultura se vio afectada por inundaciones esporádicas y por conflictos entre agricultores, y la fabricación continúa sufriendo una falta de financiación. Ante la llegada del COVID-19, Nigeria enfrenta unas condiciones macroeconómicas que se debilitarán rápidamente, derivadas principalmente de la fuerte disminución del precio del petróleo en 2020, cuyos ingresos disminuirán en un 90% según la proyección del gobierno. La pandemia también ha tenido un impacto en los flujos de inversión revertidos, los mercados financieros volátiles e interrupciones en los viajes y el turismo. Ante esta situación, se proyecta una contracción del PIB de entre 4.4% y 7.2%, frente al crecimiento que se había estimado del 2.9% para 2020. Junto con las crecientes presiones de gastos para mitigar los efectos socioeconómicos y de salud del COVID-19, se proyecta que el déficit presupuestario se amplíe a un 6.7%, lo que aumenta los riesgos fiscales que ya se daban anteriormente, debido a que los altos pagos del servicio de la deuda se estimaban mucho mayores que los ingresos recaudados por el gobierno. Las menores exportaciones de petróleo profundizarán el déficit de la cuenta corriente entre el 4%-5% del PIB, eliminando así el superávit proyectado antes de la pandemia, aunque antes de esta ya había sufrido una reducción drástica debido al aumento de las importaciones y los menores ingresos petroleros. A pesar de la probable mejora en los productos agrícolas a medida que comienza la temporada de lluvias, la moderada demanda de los consumidores y un crecimiento del crédito bancario menor al esperado, se pronostica que la inflación aumentará al 14% en 2020, tras el 11.1% que se había proyectado antes de la crisis.

En cuanto al sector exterior, el petróleo representa casi la totalidad de los ingresos por exportaciones. Junto con el gas, son los principales productos exportados por el país. Sus principales clientes son India, Estados Unidos y España, mientras que los principales proveedores son China, Bélgica y Países Bajos, de los que importa combustible, bienes de equipo y alimentos.

Además de por la pandemia, las exportaciones de petróleo en Nigeria podrían verse afectadas por tensiones comerciales mundiales y podrían debilitar el crecimiento mundial y disminuir la demanda de los productos de Nigeria. Riesgos de este tipo resaltan la necesidad de acelerar las reformas estructurales para promover la diversificación económica y la industrialización para minimizar la vulnerabilidad a las conmociones externas. Nigeria presenta varias oportunidades para transformar su economía, en particular en el agro-procesamiento. Las zonas especiales de agro-procesamiento podrían promover el desarrollo agroindustrial y el empleo; no obstante, la inseguridad podría disuadir a los inversores extranjeros, arruinar la economía nacional y disminuir las perspectivas de crecimiento económico.

Para mitigar el impacto de la pandemia se han lanzado una serie de medidas de política fiscal y monetaria, entre las que se incluye una línea de crédito para apoyar las instalaciones de atención médica, proporcionar alivio a los contribuyentes e incentivar a los empleadores a retener y emplear personal durante la recesión. La pandemia presenta una oportunidad para fortalecer la resiliencia del sistema de salud y estimular el crecimiento económico, lo que requerirá recursos adicionales e inversiones específicas. 

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Fuentes: ICEX y African Economic Outlook.