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Namibia

El PIB estimado se contrajo en un 1.0% en 2019, después de una contracción del 0.5% en 2018. Para 2020 y 2021 se prevé una recuperación del PIB del 1.9% y 2.4% respectivamente, gracias a la construcción y la fabricación. El déficit fiscal se redujo un 5.4% en 2018 y se proyecta que promedie alrededor del 5% a medio plazo. La deuda pública se elevó hasta situarse al 46% en 2018 debido a los prestamos extranjeros para financiar el déficit. La política monetaria fue acomodaticia para apoyar el crecimiento en condiciones favorables de inflación, cuya cifra se estima en un 4.5% en 2019. El déficit por cuenta corriente, estimado en un 3% del PIB para 2019, comenzó a mejorar en 2017 a medida que las exportaciones se recuperaron y el crecimiento de las importaciones se debilitó debido a la moderada actividad económica.

En los últimos años, acabaron los proyectos de construcción minera y se redujo el gasto de capital del gobierno, contrayendo de forma drástica la construcción y, a través de efectos indirectos en el resto de la economía, eliminando empleos y reduciendo los ingresos disponibles. El gobierno está llevando a cabo reformas para mejorar el entorno empresarial, atraer inversiones e impulsar la industrialización. Las reformas clave poyan la protección de la propiedad intelectual, una agencia de desarrollo industrial y asociaciones público-privadas. Otra de las políticas aprobadas fue la eliminación de los impedimentos regulatorios a las Pymes y mejorar su acceso a la financiación. Para abordar el desajuste de habilidades e impulsar el capital humano, el gobierno está ampliando las instalaciones de educación superior y de formación técnica y profesional.

El déficit de la balanza comercial del país se ha ido reduciendo en los últimos años debido al descenso del precio del petróleo y las menores importaciones de bienes de consumo como consecuencia del endurecimiento del crédito doméstico. Con datos de 2017 los principales países destinatarios de las exportaciones namibias fueron Sudáfrica, Botsuana, Suiza, China y España. Por otro lado, Sudáfrica, Bulgaria, Botsuana, China y Zambia fueron los principales proveedores. Las principales exportaciones consistieron en diamantes, oro y metales preciosos, peces y crustáceos. Los productos importados más importantes fueron combustible, vehículos y menas metalíferas.

Namibia goza de estabilidad política, infraestructura de transporte bien desarrollada y recursos naturales abundantes y diversos.  Su potencial como centro regional de transporte y logística y participante en las cadenas de valor regionales y mundiales se beneficia de un mercado regional creciente y dinámico con corredores de transporte bien desarrollados. A pesar de las buenas proyecciones, los próximos años pueden cambiar la tendencia. Con la pandemia del COVID-19 se espera que se amplifiquen las precarias condiciones económicas del país a través de la disminución de los precios de productos básicos y el comercio, menores ingresos por turismo y la reducción de la inversión extranjera directa. En el escenario de referencia la economía podría hundirse profundamente en una recesión, con una contracción del PIB esperado de mas de un 2.8%. No obstante, se proyecta una modesta recuperación en 2021.

 

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No existe oficina comercial del ICEX en Namibia, por lo que aquellos que estén interesados en invertir deberán dirigirse a la Oficina Económica y Comercial de la Embajada Española en Johannesburgo.

Más información:

Fuentes: African Economic Outlook y Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.