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Anansi, Anansy, Anancé son algunos de los nombres que se le atribuyen al personaje mítico de origen ashan (pueblo akan de Ghana), encargado de mantener viva la tradición oral y metafórica de una importante región de África.
Anansi es sinónimo de habilidad y sabiduría del lenguaje. Se trata de una araña astuta, embaucadora, que antepone el ingenio a la fuerza.
Adquiere forma principalmente de araña, aunque también aparece como humano-araña e incluso como anciano.
La mitología de Anansi migró al Caribe con la diáspora africana asociada al esclavismo y se transformó en figura de resistencia cultural. Los cuentos de Anansi se convirtieron en estrategias para fortalecerse y generar modelos de comportamiento que ayudaron a soportar las duras estructuras de poder existentes en las plantaciones.
En la tradición ashan, se le atribuye haber traído las historias al mundo. En un mito famoso, el dios supremo Nyame tenía guardadas todas las historias y Anansi logró ganarlas con su ingenio, convirtiéndose así en la dueña de los cuentos.
Su pertenencia al ámbito popular ha hecho posible que una figura narrativa y gráfica como la de Anansi se reinvente en relación con su entorno, operando como estrategia de habitabilidad y adaptación frente a contextos político-sociales cambiantes.
De todo ese universo es del que habla esta exposición, comisariada por Eduardo Caballero, que ocupará las salas de Casa África del 30 de octubre de 2025 al 30 de enero de 2026 y que ha sido elaborada por el dibujante guineoecuatoriano Ramón Esono junto a alumnas y alumnos de la Escuela de Arte y superior de Diseño de Gran Canaria.
El trabajo de Ramón Esono, expuesto en la Sala Guinea Ecuatorial, proviene precisamente de ahí, de una construcción popular que dialoga con el entorno que habita. Nacido en Guinea Ecuatorial, antigua colonia española, Ramón ha vivido en territorios como Paraguay, El Salvador, España o la prisión de Black Beach en Guinea Ecuatorial.
De formación autodidacta, su trabajo, al igual que las dinámicas de creación popular, emerge como un impulso creativo capaz de absorber determinados elementos del contexto que necesitan ser transformados en expresión artística para alcanzar otra dimensión de lo sensible.
La reflexión sobre el poder ocupa un lugar central en su obra como un ámbito inseparable de lo humano que genera múltiples estructuras para perpetuarse. Como una tela de araña de Anansi, Ramón construye toda una serie de universos a través de las líneas que realiza con su bolígrafo, concéntricas hacia el poder y expansiva hacia lo onírico, lo posible, la ciencia ficción. A través de estos desplazamientos, Ramón Esono nos aparta momentáneamente del orden establecido para revelarnos sus límites. Es en ese tránsito hacia lo posible donde emerge una nueva percepción de lo real.
La Sala Kilimanjaro reúne el archivo y proceso de trabajo de nueve artístas que han recogido una serie de cuentos sobre Anansi, escritos por el célebre escritor marfileño Bernard B. Dadié, y los han reinterpretado visualmente. A través de sus trabajos, el mito se reconfigura de múltiples formas, enlazando tiempos y territorios distintos.
Cada propuesta aporta una faceta de Anansi, multiplicando su reflejo y generando resonancias visuales de su historia, cumpliendo quizá así uno de sus propósitos: expandir su tela de araña.
Cobra especial sentido que sean artistas canarios quienes articulen nuevos imaginarios de Anansi, como una posibilidad de dispersión dentro de la diáspora africana. En este gesto colectivo, sin proponérselo directamente, se manifiesta el ingenio de Anansi: activar la posibilidad de la comunidad africana como una de las culturas que conforman la sociedad canaria, tantas veces relegada a la invisibilidad por el poder imperante sobre el que reflexiona Ramón Esono.
Entrada gratuita
Horario: de lunes a viernes de 9 a 18h