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República del Congo

El PIB Real del continente africano esperaba una contracción del 1,7% en el año 2020, cayendo 5.6 puntos porcentuales en comparación a la proyección pre-Covid de enero de 2020, que preveía que la pandemia iba a tener un impacto sustancial pero de corta duración. Sin embargo, el hecho de que se haya extendido más allá de la mitad de este año aumenta la predicción de contracción, que será del 3.4%, 7.3 puntos porcentuales por debajo del crecimiento proyectado previo a la pandemia.

La economía de la República del Congo es altamente dependiente de los hidrocarburos, especialmente del petróleo, el cual supone un 55% del PIB del país, el 85% de las exportaciones y el 80% de los ingresos del estado. El PIB del Congo sufrió una caída del 0,9% para el año 2019, lo cual va en línea con el decrecimiento progresivo dado durante la última década, en la que, obviando las subidas del 2013 y del periodo 2018-2018, se ha encontrado en una dinámica negativa.

Una economía tan poco diversificada se convierte en vulnerable, como en este caso, en la que los déficits y superávits dependen en gran parte de la oscilación del precio del petróleo en el mercado internacional. Es por ello que el propio ejecutivo congoleño ha diseñado el Plan Nacional de Desarrollo (2018-2022) cuyo objetivo se centra en el desarrollo económico sostenible del país, a través del apoyo a la gobernanza y la mejora en el sector educativo, así como en la reforma estructural y diversificación de su economía. La República del Congo exporta sobre todo petróleo, siendo China su principal cliente y socio comercial. El país centroafricano exportó el equivalente al 77,4% de su PIB en el año 2019. En cuanto a las importaciones, es importante señalar que el país necesita adquirir fuera gran parte de los recursos que consume, aunque desde el año 2015 el volumen de importaciones con respecto al porcentaje del PIB del país ha bajado sustancialmente, llegando a ser de un 34.8% en el año 2019.

En cuanto a las relaciones comerciales con España, estas podrían ser calificadas de poco activas. Principalmente se basan en la compra de crudo de España al Congo, el cual importa mucho menos de lo que exporta a España, haciendo que la balanza comercial sea deficitaria para España. Las oportunidades de negocio tienen un carácter ocasional, que varían según las circunstancias. Así mismo, la República del Congo está trabajando con constancia para reducir la corrupción y crear un clima más adecuado para los negocios y la inversión extranjera, por lo que podría darse un aumento de esta de cara al futuro, especialmente si el mencionado Plan Nacional de Desarrollo tiene el éxito esperado. Las oportunidades de inversión españolas en el Congo vendrían de la mano de los programas marco (como el del Banco Mundial) y de las concesiones y privatizaciones que haga el mismo gobierno congoleño, que ya ha expresado su intención de hacerlas en distintos sectores estratégicos como es el energético, la red de infraestructuras y comunicaciones, educación, inserción y formación laboral, y sanidad, así como en promoción de la mujer y su desarrollo.

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Fuente: ICEX y African Economic Outlook