Esperando la comida.

Estas mujeres, llamadas cariñosamente "abuelas" se encargan de cuidar y velar por los pequeños huérfanos de Nyumbani. Todas estas mujeres han perdido algún hijo, hija o esposo a causa del sida, al igual que los pequeños a los cuidan, cuyos padres han muerto a causa de esta terrible epidemia. Cada una se encarga de unos seis u ocho niños en los pequeños barracones donde comparten y conviven. Mientras los niños estudian y van al colegio en la propia aldea, estas mujeres cultivan un pequeño huerto o realizan productos artesanales que luego pueden vender y de esta manera obtener algún ingreso. Cada semana se les asigna una cantidad de comida para que mantengan su casa y a los pequeños que viven en ella. En marzo de 2016 tuve la ocasión de pasar unos días en esta localidad como voluntaria y de vivir y documentar el día a día de estas valientes mujeres y de los prometedores estudiantes a los que cuidan.

© Foto: María Velázquez de Castro