Festival bobo-fing en Mouni

Mouni es un pequeño pueblo bobofing de aproximadamente 1.000 habitantes; está situado en las coordenadas 04¤ 23’ 43’’ de longitud Oeste y 12¤ 51’ 22’’ de latitud Norte y forma parte de la comuna rural de Mafouné, región de Ségou. Mouni fue fundado en el s.XVIII por Wiwié Tiénou, proveniente de Sia, la actual ciudad de Bobo-Dioulasso en Burkina Faso. La población de Mouni practica dos religiones: La animista y la cristiana. Es en el marco de la primera que se celebran las fiestas del pueblo con sus máscaras, cuyos orígenes se remontan a un impreciso y lejano pasado. Esta fiesta se celebra todos los años justo antes del inicio de la temporada de las lluvias, entre finales de mayo y principios de junio. Unos quince días antes del inicio de la fiesta, se reúnen los iniciados en la materia, en un cierto lugar sagrado del bosque a algunos kilómetros del pueblo, con el fin de remozar las viejas máscaras así como para crear otras nuevas, y todo ello bajo la atenta mirada y dirección del jefe tradicional del pueblo. Estas máscaras, así como la propia fiesta, tienen un carácter sacro que toda la población hace suyo. Más precisamente, juegan un rol de protección y son consideradas fuente de la prosperidad agrícola. A cada máscara le es adjudicado un nombre y los ritmos y cantos que les son dedicados tienen por objeto honrarlas como se merecen, para así estimularlas a que jueguen su papel con todo su celo. Una vez terminado el encuentro en el bosque, a primeras horas de la mañana, poco antes de que dé comienzo el inicio de la fiesta en el pueblo, las máscaras se desplazan en cortejo hacia él, acompañadas de ritmos y canciones. (Estas imágenes son precisamente las que dan inicio al reportaje). La duración de la fiesta es aproximadamente de un día y medio. El primero se inicia con el desplazamiento de las máscaras, que se concentran y actúan en primer lugar en la plaza sagrada del pueblo; seguidamente recorren y actúan en diversos espacios abiertos dentro del mismo, concluyendo esta primera jornada con la puesta del sol. Durante el segundo día, hasta un poco después de mediodía, prosiguen el recorrido del pueblo y finalizan reuniéndose en un espacio sagrado dentro del mismo, reservado exclusivamente para despojarse de las máscaras. (El momento en que acceden al recinto también queda reflejado en el reportaje).