Jacqueline Moudeina es una abogada y activista nacida en 1957 en la localidad de Koumra, en Chad. Su padre murió cuando ella era un bebé, y su madre falleció cuando tenía 11 años, por lo que fue su abuela quien la crió.

Estudió en la capital del país, Yamena, donde se matriculó en la universidad para estudiar idiomas. No obstante, la guerra que tuvo lugar en Chad y la dictadura establecida posteriormente por Hissène Habré la obligaron a marcharse del país junto a su marido en 1982.

Se marchó a Brazzaville, República del Congo, donde vivió entre 1982 y 1995. Allí estudió Derecho y, en 1993, se unió a la ATPDH, una organización destinada a la defensa de los derechos humanos. Tras el fin de la dictadura, volvió a Chad, donde trabajaría como abogada para la ATPDH, convirtiéndose en la primera mujer en Chad que trabajaba como secretario judicial y mandatario de justicia. Más tarde, Moudeina se centraría en la defensa de los sectores más desprotegidos de la población contra la impunidad de quienes no respetaban los derechos humanos.

En 1998, se convirtió en la abogada de las víctimas del régimen de Hissène Habré, acusado de ser responsable de cerca de 40.000 asesinatos con motivos políticos. Moudeina se esforzó enormemente para que Habré, que tras el fin de la dictadura vivía en Senegal, compareciera ante la justicia. Moudeina vio su objetivo cumplido en 2015, cuando, tras más de una década, comenzó el juicio contra Habré, a quien se condenó a cadena perpetua un año después. Su lucha estuvo marcada por constantes amenazas e incluso un intento de asesinato, pues en 2001 resultó gravemente herida tras la explosión de una granada. Su coraje y valentía le han permitido obtener ciertos reconocimientos, como el premio Martin Ennals (2002) o el premio Right Livelihood (2011).

Dejando de lado su faceta de abogada, Moudeina se convirtió en la presidenta de la ATPDH en 2004, que se dedica a impartir seminarios de formación para niños y cursos para informar y concienciar a la población sobre el SIDA. Además, la organización también está muy comprometida con la lucha contra la esclavitud infantil que afecta a muchos niños en Chad.