Our mission is to bring Africa and Spain closer
Through outreach, educational, economic, and cultural activities, we foster mutual understanding and strengthen Hispanic African relations.
El ser humano es migrante por naturaleza, o, quizás, por necesidad. Y en cuanto parte le asalta la nostalgia de todo lo dejado atrás: un imaginario de recuerdos y tradiciones, hábitos y costumbres, música y gastronomía, valores y normas, mitos y creencias, que componen su marco de referencia identitaria y su visión del mundo. Una memoria intangible, que es, con frecuencia, el único equipaje de su viaje.
Todos los pueblos tienen un término para designar esa nostalgia y en Canarias es “magua”. Ese eco de migraciones no tan lejanas en el que subyace ese sentimiento de tristeza y dolor por la partida que se intenta mitigar con la esperanza de volver.
No siempre la magua es beneficiosa para quien la recrea, ni repara sinsabores y decepciones, ni induce su autoestima o contrarresta su soledad. Hay una magua forzada por el desplome de las expectativas, el temor al rechazo o a la deportación, que se torna nociva y degenera en un “duelo migratorio” con consecuencias traumáticas.
El subtítulo de la exposición define a Magua como una antología de relatos migratorios en la que seis artistas pluridisciplinares proponen, desde ópticas personales y dominios particulares y con medios y formatos dispares -que no discrepantes- estados liminales del viaje migratorio, de la magua forzada que genera y de la memoria intangible de la que se nutre esa nostalgia dolorosa.
Una prenda de ropa, una mirada, una forja, una bandera, una silueta, o el color de una manta son elementos de los que hay que entresacar historias, testimonios, sentimientos y pensamientos que forman parte del equipaje inmaterial que acompaña al emigrante.
En esa apariencia poliédrica, de interacción de espacios y medios, las obras expuestas invitan a una lectura dual a sucesivos niveles; a una percepción lenticular de cada obra, donde nada es lo que parece: los colores, imágenes, formas y objetos generan semióticas discutibles y balizan posibles salidas a la aporía -o paradoja “irresoluble”- de la emigración.
JAVIER CAMARASA
Su instalación incluye ropas abandonadas por emigrantes a las que acompaña de pequeñas historias de vida de otros describiendo sus peripecias y expectativas. Propone lecturas alternativas entre prendas ágrafas y textos escritos; entre testimonios intangibles y fehacientes; entre la fascinación por las marcas y la falsedad de su origen y de los mensajes faciales que muestran.
MAMADOU GOMIS
En los conceptos artísticos que componen “El Protocolo Abierto”, nos rebate prejuicios y solemnidades, cuestionando los papeles dinásticos de los que ejercen cualquier poder, impersonándolos en sus anónimos protagonistas; quienes, a su vez, se arropan bajo banderas despojadas de los colores identitarios y reducidas a símbolos interpretables según su portador.
JUAN GONZÁLEZ
Opta también por el blanco y negro en sus fotografías para acentuar la mirada descarnada, amable pero implacable, de su visor. Y, a la vez, plasmar la otra mirada, la del retratado. Miradas que compendian el universo dual del emigrante y plasman “las complejas capas de la experiencia migratoria: el dolor y la pérdida, la resiliencia y la esperanza, la gratitud y la nostalgia, la determinación y el desafío”.
ORLANDO HERNÁNDEZ
Rinde un “homenaje a los vientos, esos espíritus ancestrales que han guiado y acompañado a los pueblos a través del tiempo”. En sus esculturas trata de capturar la esencia volátil, pero omnipresente, del viento, logrando que “las curvas y espirales del hierro forjado recreen un fragmento del aire”. Nos habla de vientos que portan “historias sin dueño, susurros de promesas olvidadas y anhelos extraños”.
FÁTIMA SULEIMÁN
Recrea en sus siluetas anonimizadas los sentimientos y padecimientos del ser migrante, en esa red de cordones umbilicales, de “hilos de esperanza”, que entrelazan sus recuerdos, sus añoranzas, sus miedos y sus esperanzas. Confecciona un universo dicótomo de tonos fríos para los mundos adversos y cálidos e intensos para los benefactores, que compensan la negatividad de los primeros.
ESTHER VEGA
Teniendo el cuerpo humano como elemento inspirador central, da forma y color a una “cartografía del viaje, que parte de la frontera de la propia piel, donde anida la memoria de nuestras acciones, y en el que las formas humanas sirven como línea de horizonte entre la tierra y el cielo, entre lo material y lo onírico o entre la realidad y la metáfora”. Una cartografía que entreteje las fases del viaje con los elementos fundamentales.
La exposición ha sido comisariada por Javier Mamely, profesor jubilado de la ULPGC con especial interés y dedicación académica a los temas africanos. Su tesis versó sobre la literatura nigeriana e impartió docencia en el Máster de Relaciones Hispanoafricanas. Ha colaborado con Casa África como miembro del jurado de Purorrelato desde su inicio y del Club de Lectura, además de asesor de traducciones.
Esta muestra podrá visitarse en Casa África del 4 de octubre al 3 de diciembre de 2024, de lunes a viernes en horario de 8 a 18:30h, exceptuando el 1 de noviembre.
La inauguración tendrá lugar el 4 de octubre a las 20h y contará con la presencia de los artistas.
Repercusión en medios:
Esta actividad está cofinanciada al 85% por fondos FEDER en el marco del proyecto COMPASS (1/MAC/4/7.2/0018) dentro de la iniciativa INTERREG VI D MAC 2021-2027