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Eduardo Andrés Roca Oliver

Eduardo Andrés Roca Oliver nació el 6 de julio de 1968 en Mequinenza, provincia de Zaragoza. Se ordenó sacerdote en 1994 en Zaragoza y partió a la misión en Angola, como sacerdote “fidei donum”, apenas 5 años después. Allí, en Malanje, estuvo 10 años, hasta 2010, cuando se le encomendó una nueva misión en Mozambique. Llegó a la diócesis de Pemba, en Cabo Delgado, al norte de Mozambique, en 2012. Unos años después, hacia 2015, algunos grupos islámicos comenzaron a radicalizar sus costumbres.

Llegué a Pemba en 2012 como sacerdote diocesano “fidei donum”. Descubrí una realidad totalmente nueva, porque esta parte de la costa norte de Mozambique, en la provincia de Cabo Delgado, es mayoritariamente musulmana, el 90% de su población. Además, es de una tradición milenaria, porque es la primera islamización que de Arabia baja por el Índico y se extiende por toda la costa de África. Aquí, en esta zona, hay mezquitas que tienen 1.000 años. La tradición musulmana africana que mas se extendió desde los orígenes es la tradición sunita, pero con fuerte contenido sufí, es decir de una tradición que se puede considerar más espiritual, más tolerante, una tradición que busca más la presencia de Dios en la vida y que intenta que la vida esté en referencia constante con Dios. Esta tradición es la que influyó más en África, pero su difusión es también un poco compleja, porque en la realidad africana siguen teniendo mucha influencia las religiones naturales, el paganismo, y se trata de costumbres religiosas muy enraizadas. Entonces, el Islam se mezcló mucho con todas esas tradiciones, con la hechicería, con costumbres de religiones naturalistas, y provocó una realidad que es muy propia de aquí. Se trataba de un Islam tolerante, un Islam sufí, un Islam que incluso acogió a los cristianos y les ayudó a construir las iglesias a los primeros cristianos que llegaron aquí, al norte, como cuentan sus testimonios

Desde hace 15 a 20 años empezó a hacerse sentir aquí una escuela musulmana, que se ha ido extendiendo por toda África, y que tiene una fuerte influencia del Islam “wahabí”, esta tradición nueva en Arabia Saudita, que recupera el salafismo y que entiende el Corán de una manera fundamentalista y tiende a radicalizar las costumbres, los hábitos de comportamiento de las comunidades musulmanas. Es una tradición que defiende el uso del “nicab”, del rostro cubierto y la sumisión de la mujer. Es el radicalismo como lo conocemos ya en Occidente, que se alimenta del odio: a Occidente, a lo que no es musulmán de su tradición, y a lo cristiano, lo judío, o de otras religiones, paganismo o ateísmo… Todo eso es ‒como dicen ellos‒ “haram”, que quiere decir prohibido; el movimiento terrorista Boko Haram quiere decir precisamente “libro prohibido”. Lo “haram”, lo prohibido, es lo que atenta contra este Islam que ellos consideran el único válido, que se tiene que imponer a todos. Esta escuela musulmana, por llamarla de alguna manera, se va extendiendo; envían a muchos imanes a adoctrinar en zonas de mayoría musulmana especialmente vulnerables. En esta zona de Mozambique, esto ha sido así en los últimos 20 años; parece que en Tanzania, Kenia, Somalia, y más al norte, donde funciona el movimiento llamado “al sabbath”, otro movimiento yihadista, la presencia wahabí es bastante anterior.

 

Fuentes:

https://omp.es/p-eduardo-roca-misionero-en-mozambique-abandonar-la-misio...

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